jueves, 30 de diciembre de 2010

Lc 2,36-40 Iba creciendo y se llenaba de sabiduría

El Evangelio de hoy nos presenta a Ana, una mujer que servía a Dios con toda su vida.
La imagen nos la muestra muy ligada al dios que tiene su presencia en el templo "no se apartaba del templo" y que pide una vida de ayunos y sacrificios.
Al final nos dice que Jesús crecía, pero no solo físicamente.
La buena noticia nos dice que Jesús ya no está en un templo, sino que nos acompaña siempre, que no busca nuestro sacrificio, sino nuestro amor hacia los demás.
Sin duda el crecimiento, el salto que consiguió Jesús fue muy grande.
¿En que posición estoy yo?
¿Tengo una religión atada al templo, a lo celebrativo?
¿Busco a Dios en espíritu y en verdad?
Creo que siempre vamos a estar necesitados de crecer en espíritu, y tenemos que poner todos los medios posibles.
Para eso tenemos estas fiestas ¿no?

domingo, 26 de diciembre de 2010

Mt 2,13-15.19.23 Quédate allí hasta que yo te avise

Una de las cosas que me vienen a la mente es la figura de Herodes, ejerciendo la crueldad desde el poder. ¿Cuántas veces el poder se convierte en despotismo y tiranía? Todas.
Por otro lado tenemos la figura de José, que siguiendo la tradición de las grandes figuras de la historia de la Salvación, Dios le propone un cambio y él sigue su voluntad.
¿Cómo vivimos los cambios? Si repasamos aquello que nos ha pasado reciéntemente, ¿cómo podíamos haber actuado mejor ante esos cambios?

viernes, 24 de diciembre de 2010

Jn 1,1-18 La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros

Dios se compromete hasta el fondo por nosotros y se hace uno más. Como nadie le ha visto jamás, Jesús nos lo da a conocer.
Podemos ser hijos de Dios cuando le acogemos. Es un volver a nacer.
¿Quiero volver a nacer? Aún estoy a tiempo de acogerlo.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mt 1,1-17 Hijo de David, hijo de Abraham

La lectura de hoy nos ofrece una de las genealogías de Jesús que aparecen en los evangelios.
El interés de presentarla al comienzo mismo es ensalzar al personaje y situarlo de forma clara en su contexto histórico, social, geográfico... 
En este caso partir de la historia de relación con Dios que supone Abraham o David.
Yo soy de esos hijos de Abraham incontables como las estrellas del cielo, es una pena que esa realidad compartida no sirva para unirnos entre religiones.


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Lc 7,19-23 Id y anunciad lo que habéis visto y oido

El domingo leíamos el paralelo en Mateo de esta misma lectura.
¿Eres el que has de venir?
Las respuestas de Jesús carecen de grandes discursos, y cuando los hay van referidos a sus obras.
¿Hay algo que hable más de mi que lo que hago?

Mi propuesta para hoy es fijarme en cómo hablan mis obras, qué dicen de mi, qué transmito con ellas. Porque una cosa es querer tratar con amor y llevar esperanza a los demás y otra es ponerse a hacerlo.

martes, 14 de diciembre de 2010

Mt 21, 28-32 Contestó no quiero pero después se arrepintió y fue

Jesús propone una pequeña historia: dos hermanos, uno de ellos parece que va a hacer caso a su padre, pero el final no, y otro que había dicho que no, al final sí que va.
Jesús después lo aplica a los pecadores que se han convertido con el bautismo de Juan frente a los sacerdotes del templo que no ham creido.

Creer no es decir algo, sino hacer lo que va en consonancia con esa fe.

La parábola invita a reflexionar más cosas:
¿Me esfuerzo por cultivar una apariencia externa?
¿Soy consecuente con lo que digo?
¿Soy fiel a Dios y me pongo en marcha si él me lo pide?

lunes, 13 de diciembre de 2010

Mt 21, 23-27 ¿Con qué autoridad haces eso?

De forma sorprendente se acercan a Jesús a preguntarle si tiene permiso para hacer lo que hace.

Realmente parece un comportamiento algo desquiciado, "sin rumbo." La pregunta no es por qué, o si el acto es bueno o malo, ni cuál es la intención... sino si se tiene permiso.

Es bueno preguntarse si nos hemos llegado a desquiciar también hasta ese extremo: ¿He llevado la religión hasta algo tan reglado que hay quienes tienen permiso y otros no para hacer el bien?

¿Tengo a mi alrededor estructura de poder que van en contra de las personas?

¿He llevado la necesidad de tener una estructura u organización hasta la necesidad de que exista mi estructura u organización?

domingo, 12 de diciembre de 2010

Mt 11, 2-11 Dichoso el que no se sienta defraudado por mi

A Jesús le preguntan unos discípulos de Juan si era "el que tenía que venir" y su respuesta va referida a sus obras...

A mi me gustaría que si tuviera que contar en lo que creo, en lo que espero, en quién es Dios para mi, en cuál es mi relación con Jesús... me gustaría que las que hablaran fueran mis obras, pero ¡qué lejos estoy de ello!

Me recuerda a aquello de "en eso verán que sois mis discípulos, en que os amáis."

Lo que Jesús nos ofrece, en la medida de nuestra sociedad, es muy poco, siempre va a ser pequeño, y qué fácil es sentirse defraudado por ello, pero qué bien si conseguimos entenderlo y entrar en su juego.

¿Cuáles son mis obras?

sábado, 11 de diciembre de 2010

Mt 17,10-13 Vendrá y lo renovará todo

En mayor o menor medida ¿no buscamos todos pruebas, avisos para que nuestra fe y nuestro esfuerzo se vea respaldado?
Pero Jesús nos habla de que estos "avisos" de Dios son ignorados.
¿Necesito de pruebas que respalden lo que hago? o al contrario, ¿cuántos Elías necesitaría en mi vida para no ignorar estos mensajes y ponerme en marcha?

viernes, 10 de diciembre de 2010

Mt 11,16-19 Los hechos dan la razón a la sabiduría de Dios

Jesús nos propone una curiosa comparación con unos niños jugando en la plaza; jugando a tocar música alegre para que la gente baile o cantando canciones tristes para que la gente se emocione.
Jesús lamentan que haya quien se pueda quejar de las dos cosas, y sobretodo de quien no sepa ver la necesidad de disfrutar de cada momento.
Y yo me pregunto: 
¿Cuántas veces actúo como "quejica" de todo?
¿Desde fuera se me ve como el que prefiere los lamentos a los bailes?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Mt 11,11-15 El Reino de Dios hace fuerza

Jesús habla de Juan el Bautista y nos lo presenta como el más grande, pero aprovecha y nos "cuela" un mensajito: el más pequeño del Reino de Dios es más grande que él.
La propuesta del Reino está por encima de personalismos, está más allá de lo que cualquier persona, por magnífica que sea con sus limitaciones y fallos, pueda conseguir.
Una propuesta para ser mejores, para ser hombres y mujeres nuevos.
Y no es imposible, es para los que se esfuerzan.
Siempre he pensado que la propuesta del Reino es en futuro y también en presente; ponernos en marcha nos garantiza estar consiguiédolo. Palabras de esperanza.
¿Quiero esforzarme por el Reino?
Voy a proponerme un pequeño esfuerzo para el día de hoy.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Lc 1,26-38 Hágase en mi según tu palabra

En este camino de adviento nos encontramos con una de las fiestas de María.
La madre de Jesús es un personaje importante, aunque mucho de lo que contamos de ella lo hayamos ido añadiendo, ha acabado siendo un marco en el que poner lo mejor del evangelio.
El relato de hoy nos presenta una joven abrumada por un plan de Dios que no entiende y que aunque el plan le afecta mucho es capaz de decir: adelante.
¿Aceptaría para mi vida un plan que no entiendo?
¿Quiero entender todo lo que viene de Dios?
¿Soy incapaz de arriesgar, de mover un solo dedo mientras no lo vea todo claro?

martes, 7 de diciembre de 2010

Mt 18,12-14 Nuestro Padre del cielo no quiere que nos perdamos ni uno

Jesús nos habla de un Dios volcado con nosotros, preocupado cuando nos alejamos de él por el peligro que nos supone a nosotros estar así.

¿Es mi imagen de Dios la del pastor que me cuida y sale a por mi si me alejo?
¿Tengo yo ese grado de preocupación por todos tal y como hace el mismo Dios?


lunes, 6 de diciembre de 2010

Lc 5,17-26 Hoy hemos visto cosas admirables

Jesús quiere eliminar cualquier idea que pueda volver la religión en contra de la persona, ¿cómo va a castigar Dios con enfermedades? Esa no es la imagen de Dios Padre que vive Jesús. ¿Cómo podemos vivir una fe pensando más en el pecado que en el amor?

En este relato tenemos a un paralítico al cual descuelgan por el techo para poder llegar hasta Jesús, ¡esto sí que son ganas de estar con Jesús!

¿Cuánto me esfuerzo por estar con Jesús?
¿Hasta dónde llegaría por él?

domingo, 5 de diciembre de 2010

Mt 3,1-12 Dad el fruto que pide vuestra conversión

Juan sigue plenamente la tradición de los profetas, denuncia de las injusticias y anuncio de una nueva esperanza.
Isaias en la primera lectura nos a mostrado claramente el posible nuevo sistema social, lo que en el evangelio se nos presenta como el Reino de Dios al cual Juan nos pide que preparemos el camino.
Si me pongo en el lugar de los fariseos y saduceos a los cuales Juan denuncia me pregunto: ¿Estoy participando con hipocresía en algunas de las injusticias de nuestra sociedad? Si he reconocido en mi vida el valor del Evangelio, no tengo excusa, debo dar fruto.
Si me pongo en el lugar de Juan... ¿Dónde hace falta que lleve el mensaje de esperanza? También podría ser el mensaje de denuncia, pero hoy me ha llamado la atención especialmente la segunda lectura donde Pablo escribe a los romanos: "todas las antiguas escrituras se escribieron para... que mantengamos la esperanza."
Como hoy en día nuestra sociedad sigue necesitando ese radical cambio de valores y que llevemos esperanza, prefiero preguntarme ¿dónde es necesario que yo la lleve?
Es una buena actividad para hoy, dentro de nuestros esfuerzos, buscar en las escrituras esa esperanza para nuestras vidas y plantearme algún lugar donde llevarla.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Mt 9,35-10,1.6-8 Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis

El evangelio, como buena noticia que es, implica esperanza y felicidad. Desde luego a mi personalmente me vale.

Pero el evangelio está totalmente vinculado con llevar esa esperanza y felicidad a los demás, por lo que no puedo conformarme con que a mi me valga: si lo he recibido gratis, se me pide que lo de gratis.

Para eso somos discípulos de Jesús. Creo que eso es lo que no debemos olvidar; nos ha elegido, pedido que le sigamos y nosotros hemos aceptado. Ahora tenemos una misión llevar la noticia de esperanza a los demás.

¿Qué he recibido en mi vida?
¿Tengo un plan para llevarlo cada día a los demás?
Pensemos al menos un plan para llevar esperanza hoy a nuestro alrededor.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Mt 9,27-31 Que os suceda conforme a vuestra fe

Dos ciegos se acercan a Jesús pidiendo compasión.
- ¿Creéis que puedo hacerlo?
...
- Que os suceda conforme a vuestra fe.
Casi todos los relatos de curaciones siguen el mismo modelo, Jesús no se da el mérito a si mismo, si no a la persona curada gracias a su fe.
Y sabemos que las curaciones en los evangelios tienen un significado que va más allá de recobrar la salud.
Hoy para recobrar la salud tenemos la medicina, pero ¿Cuántas cosas hay en mi vida que la fe puede curar? ¿De verdad que creo que Dios puede hacerlo?
Aumentemos nuestra fe; pídamos más (ya que es un regalo), cuidemos y ejercitémosla (ya que es un acto humano) y realmente podremos mover esas montañas que tenemos y despejar un camino a nuestra esperanza.
Yo mismo (que tengo muy buena salud y ningún problema) me veo muchas veces en el bando de los ciegos: sobrepasado por mi día a día, habiendo perdido un poco el hilo... ¡ay, si tuviera más fe!
Mi propuesta para hoy:
¿Qué necesito pedirle a Dios que cure porque sé que solo él puede hacerlo?
Voy a buscar esas montañas que bloquea mi camino a la esperanza para pedirle que se retiren, algo me tocará hacer a mi, seguro ;-)

jueves, 2 de diciembre de 2010

Mt 7,21.24-27 El que escucha estas palabras y las pone en práctica

Creo que me acerco a ese prototipo de estar diciendo: "¡Señor, señor!" cuando siento que necesito de Dios. Pues hoy me toca un poco de repasito, porque el Reino no es para quien se acuerda mucho de Dios, sino para el que intenta hacer su voluntad, para la persona prudente que escucha sus palabras y las pone en práctica.
No creo que hable de heroes, habla de sensatez, porque Dios quiere lo mejor para nosotros.
Escuchar la Palabra y llevarla a nuestra vida será construirla sobre roca, de otra forma estaremos demasiado expuestos a los
problemas.
Me pregunto (en plural por si alguien lo lee):
¿Dejo entrar a Dios en mi vida?¿Qué papel le doy?
¿Cuándo acudo a él o me acuerdo de él?

Y una pequeña propuesta: Escoger dos decisiones, alguna de cierta importancia que haya tomado recientemente y otra cualquiera que tome hoy, de estilo más habitual y evaluar si me ayudan a construir mi vida sobre roca, si deben ser revisadas a la luz de la palabra, si me ayudan a generar más esperanza. Si alguien lee esto y tiene tiempo para hacer unos ejercicios que revise más decisiones.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mt 15, 29-37 Acudió a él mucha gente y comieron todos hasta saciarse

Jesús sube al monte y nos muestra el rostro de Dios: curando a los enfermos, acogiendo a todos.
Consiguiendo que entre todos, todos acaben saciados. Qué mensaje tan simple y tan completo.

Yo quiero seguir a Jesús, renovar mi esperanza, sentirme acogido, quiero estar saciado. Y sé que para ello, yo debo poner en el cesto mi trozo de pan, de lo que yo lleve.

Son muchos los riesgos; no querer estar en la fila de los que necesitan a Dios, no ser capaz de mover ni un dedo por los que están a mi lado o necesitan un lugar donde descansar.

Quiero promover un rostro de Dios acogedor y quiero ser parte de ello.