lunes, 21 de octubre de 2013

Lc 12,13-21 Nuestra vida no depende de nuestros bienes

Muchos, casi todos, los conflictos entre las personas surgen por la codicia, por la discusión sobre bienes materiales, los recursos escasos.
La respuesta de Jesús pasa por distinguir qué a lo importante para la vida. ¿Cuánto de lo qué tenemos y queremos es necesario y nos aporta algo de verdad?
Si perdemos de vista el deseo de transcendencia, la necesidad de Dios, acabaremos atado a lo material, e inevitablemente en conflicto con nuestros hermanos.
Señor, dame capacidad para mantener mi mirada hacia ti.