jueves, 29 de septiembre de 2011

Lc 10,1-12 !Poneos en camino!

Si estamos convencidos de lo necesario que es el Reino de Dios, debemos también aceptar que es tarea nuestra construirlo. No podemos delegarla en otro, lo que nosotros no hagamos se quedará sin construir.
Tenemos una misión que cumplir, desde nuestra realidad, pero intentando superar aquello que nos retiene: comodidades, preocupaciones...

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Lc 9,57-62 Te seguiré a donde vayas

La palabra que destaca es la de "seguir" a Jesús.
A Jesús se le conocía viviendo con él, siguiéndole, no hay decálogo o normativa, solo seguirle y vivir su estilo de vida, que pone por delante a los demás y la construcción del Reino frente a comodidades, ataduras, el pasado, el miedo al futuro...
¿Es mi vida una vida de seguimiento?

martes, 27 de septiembre de 2011

Lc 9,51-56 No he venido a perder a los hombre, sino a salvarlos

¿Qué me separa de las personas que tengo a mi alrededor? ¿Qué provoca las barreras?
¿Raza? ¿Religión? ¿Cultura? ¿Status social? ¿Forma de vivir la familia, el trabajo, la sexualidad?
Jesús se opone a que las diferencias fomenten más odio y más diferencias, alguien tiene que comenzar a romper ese círculo.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Lc 9,46-50 El más pequeño de vosotros es el más importante

Como en más de una ocasión los discípulos, cuantas veces yo estoy preocupado por cuál es mi puesto en importancia, por cuánto destaco. A mi alrededor hay toda una escala de valores, una forma de vivir que se basa en esto.
En el trabajo... Incluso en el mundo de la pastoral, de la iglesia, se puede vivir en una carrera por ser más importante si no se tiene cuidado.
No hay que vivir con miedo a los demás, ni con la necesidad de controlar todo lo que tenemos alrededor.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Lc 9,7-9 Se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse

El poder político se interesa por Jesús, pero incluso en ese interés inicial aparece una amenaza: "a Juan le mandé decapitar yo".
El evangelio no nos muestra conflictos de Jesús con el poder político (sí muchos con el religioso), lo que sí nos enseña es que el evangelio está lejos del poder, de la seguridad.
El interés de Herodes desde su palacio solo podía obedecer a la necesidad de descubrir si ese nuevo profeta era una amenaza para él.
¿A cuantas cosas me acerco desde la curiosidad pero sin deseos reales de que pase a formar parte de mi?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Lc 9,1-6 Les envió a proclamar el Reino de Dios

El sencillo envío, con la breve descripción de la misión me hacen preguntarme qué anuncio del reino hago en mi vida, los discípulos acudieron de aldea en aldea anunciando y curando... ¿cómo concreto esa misión "curativa", de llevar el bienestar?
¿Estoy yo o están los demás en el objetivo de mis esfuerzos?
¿Cuántas seguridades necesito en mi vida?

domingo, 18 de septiembre de 2011

Mt 20,1-16 Quiero darle al último igual que al primero

"Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos"
Las forma de actuar de Dios está muy alejada de la lógica humana de "recompensa a los servicios prestados".
Seguramente en la época de Jesús esta parábola buscaba bajar los humos a aquellos que se sentían elegidos, que pensaban que estaban por encima de otros en el plan de Dios, o que merecían más que otros debido a su comportamiento. Pero Dios, que recompensará el trabajo, lo hará con otra lógica, y desde luego no tiene favoritos... su amor es igual de grande para todos.
Hoy en día nos vale igualmente la lectura, porque seguimos haciendo primeros y terceros mundos, Iglesias de primer orden que se diferencias de otras creencias.
Seguimos gestionando nuestra vida y lo que tenemos a nuestro alrededor con una lógica y justicia humanas... ¿hemos olvidado este evangelio?

¿Pienso que tengo méritos ante Dios?
¿Hay en mi vida mucha competitividad?
¿Cuanto de mi vida es mercantilización y cuanto gratuidad?
¿Cuántos casos tengo en mi vida en el que aplico una justicia correctamente humana pero incorrecta para construir el reino de Dios?

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Lc 6,20-26 Ay de vosotros los que estáis saciados

Leyendo este evangelio me viene a la cabeza que ante la vida, podemos intentar esquivar problemas, tratar de conseguir una comodidad, una posición desde donde ver las cosas. ¿Es eso lo que yo he hecho en mi vida?
Parece que hay otro camino, que es el de asumir la vida con sus problemas e injusticias, entrar de lleno en ellas, observar y comprometernos con lo que sucede a nuestro alrededor. No es que pueda arreglar algo, pero ahí debo estar.
¿Qué prefiero, torre o barro?