lunes, 28 de febrero de 2011

Mc 10,17-27 Dios lo puede todo

El evangelio va más allá de cualquier conjunto de normas y leyes que queramos imponernos, la lectura de hoy es un buen ejemplo. Yo siempre la he pensado más como el joven bueno que como el joven rico.
Una persona se acerca a Jesús porque quiere saber que hacer, Jesús le recuerda los mandamientos. Esta persona los conoce y los cumple, y sin embargo parece no estar satisfecha, quizá intuye que hay algo más, o quizá solo lo pregunta para recibir aprobación.
La respuesta de Jesús es la de invitar a pasar de esos mínimos que marca la ley al máximo del amor y el evangelio.
Dejar las propias seguridades: riqueza, poder, posición... y ponerse como meta a los demás.
El mensaje es para todos aquellos que queremos seguir a Jesús, pero nos seguimos dejando atrapar por nuestras seguridades, las cuales acaban poniéndose en primer lugar.
Porque no podemos salvarnos a nosotros mismos, pero si ponemos la confianza en Dios todo es posible.
¿Qué seguridades tengo en mi vida?
¿Por quién hago las cosas? ¿Por mi mismo, por mi familia, por todos...?

viernes, 25 de febrero de 2011

Mc 10,1-12 Dios los creó hombre y mujer

En este relato Jesús discute las leyes existentes en su tiempo sobre el divorcio que situaban en una clara inferioridad a la mujer, que podía ser la rechazada.
La relación de pareja, el matrimonio, o la relación entre dos personas no puede ser así, basada en el derecho al rechazo de unos sobre otro. Y no podemos construir relaciones humanas basadas en la desigualdad entre hombres y mujeres.
No es mal momento para examinar en qué medida hago una distribución sexista del trabajo, o baso mis relaciones de pareja en desigualdades.

Mc 9,40-49 Vivid en paz unos con otros

Nuestros más pequeños esfuerzos cuentan. A mi me preocupa últimamente no "hacer más", pero debo recordarlo, todo suma.

En el evangelio se nos proponen curiosas formas de evaluar nuestra forma de actuar, en el de hoy: no escandalizar a los pequeños.

Busquemos que nuestro comportamiento sea irreprochable, quitemos aquellas cosas que nos lo impiden, o al menos procurémonos las mejores condiciones para lograrlo.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Mc 8,14-21 ¿no acabáis de entender?

¿Me fio de Jesús?
En el relato del evangelio parece que los discípulos no, porque a pesar de lo que han experimentado junto a él, siguen con preocupaciones que deberían estar superadas.
Esta frase me vale exactamente, a pesar de lo que he vivido sigo teniendo dudas...
Parece que el miedo que aparece en el relato es a compartir, a dar lo que tengo, ahora, a mi me sobra el pan, no es esa la preocupación. Pero sí hay cosas muy escasas a compartir: el tiempo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Mc 7,31-37 ... y hablaba sin dificultad

En la lectura de hoy tenemos otra acción de Jesús para dar salud y recuperar a personas completamente a nuestra sociedad.
Se trata de un sordomudo, y su problema es de comunicación. Esto nos deja una reflexión interesante para hoy: ¿estamos necesitados de recuperar una comunicación plena para construir una nueva sociedad?
En mi caso la respuesta es sí.
Hace poco hablaba de que no me enseñaron de pequeño la forma de hablar sobre sentimientos, siempre me hace falta estar menos dentro de mi caparazón...
Sin embargo mientras escribo esto me pregunto cómo debe ser esa comunicación que Dios quiere...

jueves, 10 de febrero de 2011

Mc 7, 24-30 Sobre perros e hijos

Las religiones, a pesar del enorme sustrato común, sirven, por desgracia, casi siempre para separar a las personas. Y aún peor, dentro de mi misma iglesia, estamos divididos en según que grupo perteneces.
Seguimos con esa extraña costumbre que nos lleva a pensar que aquello en lo que creemos o hacemos nos situa en otro plano de los demás, y puede ser tan grave que nos lleve a pensar que nosotros somos hijos y los demás perros, o que nosotros tenemos razón y los demás no, que para el caso es lo mismo.
En esta lectura da la impresión que Jesús aprende a eliminar estas diferencias, es el estar abierto al dolor de los demás quien lo consigue.
Creer en este Dios Padre Nuestro, debería ayudarnos a llegar a los demás como hermanos nuestros.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Mc 7,14-23 Nada que entre de fuera puede hacer impuro

Me resulta curioso que siendo lo importante la relación con Dios, en la iglesia nos preocupemos más de los gestos externos.
No podemos conformarnos en ritualizarlo todo, no podemos convertir la religión en fórmulas y catecismos, los gestos o los sacramentos no pueden ser el objetivo, son solo medios.
Todo esto es una reflexión bastante frecuente... pero me llama la atenció el "nada que entre de fuera", me invita a reforzar mi relación con Dios, a examinar mi conciencia y mi forma de actuar y a preguntarme si no tengo yo mi catálogo absurdo de impurezas, de desconfianzas hacia los demás basado en lo que hacen o dejan de hacer.

lunes, 7 de febrero de 2011

Mc 6,53-56 Los que lo tocaban quedaban curados

Jesús ejerce su misión: llevar salud a los demás, cuidarlos.

Todos querían acercarse a él para tocarlo, y cuando lo hacían quedaban curados.

Comenzamos una semana, acerquémonos a Jesús para quedar sanados, llevemos este espíritu a los demás, hagamos que todo sea un poco mejor a nuestro alrededor.

domingo, 6 de febrero de 2011

Mt 5, 13-16 Alumbre vuestra luz a los hombres

Jesús nos dice lo que "somos": Sal de la tierra y luz del mundo. Somos sus discípulos y esto es así, ya está.

Eso sí, para que no os equivoquemos, nos recuerda en qué consiste ser la sal y la luz: actuar de forma que sirva de ejemplo a todos, si no no sirve para nada. Esto, ya conocemos el mensaje del evangelio, no significa estar el primero o ganar en fama y éxito. El ejemplo que tenemos que dar es de Jesús "buenas obras": llevar lo necesario para la vida, la sal y la luz.

El evangelio contiene algunas frases que invitan a quedarse detrás, a no vanagloriarse de lo que se hace, a ponerse al servicio sin esperar nada a cambio... sin embargo aquí encontramos que aquello que debemos hacer debe servir de ejemplo, y verse como una ciudad en lo alto de una montaña.

El salmo de este domingo dice: "El justo brilla en las tinieblas como una luz."

¿Compruebo que mi vida brilla en las tinieblas como una luz? ¿sirvo de ejemplo, visible como una ciudad en lo alto de una montaña? ¿Soy capaz de revisar esto en mi vida, o estoy atrapado en una falsa modestia cristiana?

jueves, 3 de febrero de 2011

Mc 6,7-13 Les encargó que llevaran un bastón para el camino y nada más

Jesús nos envía, pero nos encarga que vayamos bien ligeros. La pobreza de espíritu que nos recomienda para ser felices necesita que no llevemos mucha carga, que no nos preocupemos y nos preparemos falsas seguridades.

El evangelio que tenemos que llevar se desvirtuará si se acompaña de la fuerza del dinero y el poder.

¿y que hago yo con todas mis comodidades y seguridades que me he ido buscando?

miércoles, 2 de febrero de 2011

Lc 2,22-40 Luz para alumbrar a las naciones

Los evangelios que veníamos leyendo consecutivamente de Marcos, hoy se interrumpen con una lectura de Lucas por la festividad de la presentación de Jesús en el templo.
Lo que comenzaba como un rito religioso familiar, acaba siendo un anuncio para todos los presentes (incluidos José y María que según se dice estaban muy sorprendidos).
Un acontecimiento para todas las naciones.
Con Jesús parece que todo debe tener vocación universal, porque las necesidades de las personas son iguales en todos lados, pero también es universal la controversia que puede generar su mensaje, porque también es común a todas las personas el egoismo.
¿Estamos dispuestos a dejarnos herir por el evangelio tal y como le anuncian a María?


martes, 1 de febrero de 2011

Mc 5,21-43 No temas, basta que tengas fe

Jesús trae vida para todos, una mujer del pueblo llano, o la familia del líder religioso, solo es necesaria la fe en él.
La fe lleva a buscarlo con confianza.
Desde esa fe, no existe la muerte.

Esa resistencia de Jesús a creer en la muerte causa risa en el relato, puede que ahora aún más. 

Ayer veía una charla grabada en video, la verdad que muy interesante a nivel motivador. El conferenciante, entre sus muchos lemas lanzaba uno como de los más importantes: te vas a morir, eso es seguro, así que decídite a ser como tú quieras. Está bien.

Pero imagino la fuerza que tiene saber que somos queridos por encima de esa muerte que no es real.

¿A quién puedo llevar vida?
¿Soy ejemplo de fe a mi alrededor?