En el Evangelio, Tomás se encuentra con las heridas y llagas de Jesús, y esas señales de dolor y sufrimiento le permiten ser mejor persona, encontrase de verdad con el Señor.
En estos momentos de pandemia y confinamiento en los que vemos alrededor tanto sufrimiento y dificultad, me surgen dudas de cuál será nuestra actitud cuando esta situación termine, si habremos aprendido, si habrá ganado en nosotros la humanidad o el egoismo.
Espero que, como Tomás, ante las muestras del sufrimiento y la muerte, sepamos encontrar el camino hacia Dios, y salgamos de esta situación como hombres y mujeres nuevos.