Jn 16,5-11 Si me voy, os lo enviaré

En esta lectura del evangelio de Juan, Jesús está hablando de su propia muerte. Ante la tristeza de los discípulos Jesús relaciona su muerte con la entrega del Espíritu como algo necesario.
De alguna forma está dándole más valor a la vida con el Espíritu que a la vida física con él.
Nosotros somos esa generación expuesta a encontrar el pecado, la justicia y la condena.
Podemos, si queremos, vivir según el Espíritu que Jesús nos envía. No deberíamos desaprovecharlo.
Un día para saborear esa presencia del Espíritu en nuestras vidas; ¿dónde lo voy a encontrar? ¿dónde lo puedo buscar?

Jn 15,26-16,4a Os enviaré desde el Padre el Espíritu de la verdad

El Espíritu que Jesús nos da: defensor, espíritu de la verdad, nos ayuda a ser fieles sin que nuestro corazón se tambalee. Porque se nos perseguirá e incluso se nos dará muerte.
El mensaje no es muy alentador, de acuerdo, tendremos un protector, pero si somos consecuentes tendremos problemas, y en este evangelio se nos dice que los problemas vendrán de personas que dicen obrar en nombre de Dios.

Jn 14,27-31a Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde

Jesús nos trae la paz, pero distingue la paz que nos da de una siferente que surge del temor.
La paz de Jesús comienza cuando nuestro corazón ni tiembla ni se acobarda.
¿Contribuyo a crear esa paz a mi alrededor?

Jn 14,21-26 El que sabe mis mandamientos y los guarda, ese me ama

Para ser discípulo de Jesús, para mostrarle el amor que le tenemos, debemos hacer lo que nos pide: lo que nos pide Jesús es todo muy práctico, orientado a nuestra felicidad y a la de los demás; a no preocuparnos por aquello que solo supone un yugo, a buscar el Reino de Dios por encima de todo.
Un bonito apunte, tenemos las palabras de Jesús recogidas en los Evangelios, pero si entramos en su dinámica Dios nos enviará el Espíritu, que nos lo irá recordando todo.
¿será realmente posible entrar en una dinámica tan positiva que nos lleve a estar más cerca de Dios y cada vez tengamos más claro lo que quiere de nosotros?
Vamos a probar...

Jn 13,16-20 Dichosos vosotros si lo ponéis en práctica

Todos somos iguales en dignidad, y Jesús nos dice: eso lo sabéis, ahora ponedlo en práctica.
Esto caracterizará nuestra vida, nos hará dichosos, cuando podamos tratar a todos por igual y a nuestro mismo nivel, porque relacionarnos con los demás será igual que relacionarnos con Dios.
¿Cómo son mis relaciones?¿De igual a igual?

Jn 12,44-50 El que me ve a mi, ve al que me ha enviado

¿Qué imagen tenemos de Dios? ¿Qué esperamos de él?
Jesús nos deja ver a un Dios preocupado hasta el máximo por nuestra felicidad y bienestar.
Sin ninguna intención de juzgarnos, sino de que le escuchemos, de que le dejemos entrar en nuestra vida y en nuestro sufrimiento.
"Su mandato es vida eterna", pero ya sabemos que Jesús estaba muy preocupado por nuestra vida de cada día.
Esa es la que debe preocuparnos, por esa debemos luchar... en nuestra vida de cada día es donde debemos hacer sitio a una vida nueva.
A mi últimamente me está preocupando mucho mi trabajo, vamos a vivirlo hoy de forma diferente.

Jn 10,22-30 Mis ovejas escuchan mi voz

Jesús suscita muchas dudas e interrogantes: si eres el mesías dínoslo... Con esa frase va una sospecha de algo visto u oido, quizá pueda ser, pero también una duda ante algo que no cuadra, que no es como se esperaba: "¿hasta cuando nos vas a tener en suspenso?", parece que les falta algo más.
Jesús afirma que sus obras ya lo han dicho claramente, el trae vida eterna (el evangelio del domingo nos decía abundante), esas obras de Jesús son las obras que Dios quiere, el resto que pudiera estar esperando el que pregunta no es parte de la misión de Jesús: ¿poder, grandiosidad...?
Jesús también apunta al motivo por el que algunos no creen en que esa sea la forma de actuar para un Mesías: no lo han aceptado como Pastor.
Evidentemente, quien acepta a Jesús como pastor entiende que demuestra quien es por lo que hace y lo valora aunque esté lejos de fórmulas grandiosas y de poder. La argumentación al revés nos deja que quien no está dispuesto a aceptar la necesidad de tener a Dios por pastor, difícilmente aceptará a Jesús y su mensaje de lucha por los demás.

Jn 3,1-8 El que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios

Patece que para llegar al Reino de Dios hay que cambiar muchas cosas, en tiempos de Jesús y ahora. Se le puede echar la culpa a la sociedad y todo eso que se nos da tan bien en la iglesia, pero Jesús nos habla de comenzar con un cambio personal radical.

Jn 20,19-31 Hemos visto al Señor

¡Hay tantas cosas que se podrían comentar de esta lectura!
De lo leído y escuchado me han llamado mucho la atención dos ideas.
La primera, la aparición de Jesús a la comunidad de los discípulos, a los discípulos reunidos. El encuentro con Jesús a los que quieren vivirlo en comunidad, Tomás es el que no estaba con ellos y no lo vio ni creyó.
La otra idea es que Jesús resucitado aparece con las marcas del sufrimiento. Su resurreción (lo del cuerpo glorioso que decimos aunque parezca un poco un chiste) no quita nada de lo que le ha llevado a la muerte, son suspruebas de la opción por los desfavorecidos, compartir con nosotros nuestro sufrimiento... todo tiene que seguir estando presente.
¿Cuáles son mis pruebas?