Lc 14, 1-6

¿Cuántas vecesme he justificado para poner algo por delante de las personas?
Desgraciadamente, con tantas obligaciones e historias no es difícil encontrar algo.
Jesús encontró esas oposiciones en la práctica religiosa. Es bastante llamativo que la religión pueda separarnos de las necesidades de los demás, seguro que hoy en día sigue pasando, pero no solo es la religión, en el evangelio hay más ejemplos... y en nuestra vida seguro que muchos más.

Lc 12, 25-38 Estad como los que aguardan

El evangelio nos anima a estar atentos, vigilantes. Hay varios textos escritos en esta clave.
Es muy posible que se escribieran pensando en un inminente fin de los tiempos que quizá ahora no esperamos para mañana.
Dios sigue presente en nuestras vidas, en las dificultades y en las alegrías, y deberíamos vivir esa experiencia con intensidad, como si estuviera al otro lado de la puerta a punto de llamar.
¿Puede ser que hayamos perdido esa esperanza en Dios como Señor de todo?
¿Se ha impuesto una imagen de Dios como simple observador de la historia?

Lc 11, 5-13 Pedid y se os dará, buscad y hallaréis

La oración es necesaria para reforzar la relación con Dios.

Creo que podemos dejar de lado la idea de orar para pedir por necesidades, me gusta la direrencia de Lucas respecto a los otros evangelios, "dará el Espíritu Santo a quienes lo pidan".

La oración dará siempre mucho fruto en nosotros.

Lc 11, 1-4 Venga tu Reino

En unas pocas líneas Jesús presenta, no solo una forma de hacer oración, sino una forma de entender la vida.
Relacionarne con Dios como Padre.
Desear el Reino para mi vida.
Buscar solo lo necesario
Perdonar
Evitar el mal
Todas estas frases me valen como preguntas para interrogarme sobre cómo estoy viviendo y cómo quiero vivir.

Lc 10, 38-42 Ha escogido la mejor parte y nadie se la quitará

Marta invita a Jesús a su casa, y se desvive para que todo esté perfecto, una anfitriona excelente seguro que poniendo todo lo que está a su alcance, sin embargo, había invitado a Jesús a su casa y no estaba disfrutando de su presencia, en eso su hermana María le estaba sacando mucha ventaja.
Esta lectura nos muestra dos comportamientos, pero no son, como se explica muchas veces, el activo y el contemplativo, sino el que pone pone cosas que hacer por delante de las personas (y nosotros mismos) frente al estilo de vida de ser para las personas.
Marta estaba con Jesús, pero su preocupación era lo que tenía que hacer. Y lo tenía tan claro y justificado que hasta quiere llamar la atención de su hermana, que por el contrario estaba volcada hacia Jesús.
¿Qué preferimos, que alguien nos haga y de cosas? ¿o sentirnos escuchado y recibiendo el tiempo de esa persona?
¿Qué es más importante, la limosna o la actitud hacia los que sufren?
¿Estar con los demás, o ser para los demás?