martes, 11 de diciembre de 2012

Mt 18, 12-14: Vuestro Padre no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños

Dios siempre sale en mi búsqueda, no importa cuanto me haya perdido o alejado. ¡Le importo mucho! Me conoce y quiere que esté a su lado.

Si pudiéramos comunicar esta imagen de Dios a todos. No cabe una iglesia de exclusiones, favoritismos.

Y ¿cuándo saldremos nosotros en busca de los pequeños extraviados?

lunes, 19 de noviembre de 2012

Mc 13, 24-32 Sabéis que la primavera está cerca

Las lecturas tienen un lenguaje oscuro, complicado: "tiempos complicados como no los ha habido hasta ahora" dice la lectura del antiguo testamento, "gran tribulación" leemos en el evangelio. Son textos del estilo conocido como "apocalíptico", aunque hoy diríamos simplemente que de crisis. Las lecturas nos muestran que dificultades ha habido siempre, que la vida del ser humano ha venido marcada por esas dificultades. Los problemas puede ser de nuestra propia vida, pueden estar provocados por nuestro comportamiento, por el de terceras personas, por fenómenos naturales, por circunstancias que escapan a nuestro control (enfermedad, muerte), pueden ser grandes propblemas, o pequeños y aún así dejarnos "ahogados". Muchas posibilidades que siempre han estado ahí y que pueden hacer sentirnos presos en nuestras propias vidas. Sin embargo, este es solo el puntos de partida de estas lecturas, porque a pesar de las dificultades, los textos se centran en la visión esperanzadora: "entonces se salvará mi pueblo" dice la lectura del profeta Daniel, "enviará sus ángeles para recoger a los elegidos" dice el evangelio. Las palabras de Jesús que compara con lo que está por suceder no es el anuncio de un desastre, sino el de un brote que anuncia la llegada de la primavera (o el verano en otras traducciones). Definitivamente las lecturas están invitando, desde la realidad de la dificultad, a ser optimistas, a continuar en la "resistencia". No como un simple voluntarismo, sino por el convencimiento de que Cristo está cerca y todo va a estar en manos de Dios. Jesús ha comenzado una nueva humanidad que es real. Ya tenemos entre nosotros una realidad, pero nos toca trabajar para llevarla a la plenitud, aunque nos cueste. ¿Cuál es ese brote anuncio de la primavera que deseamos? ¿Con cuál podemos colaborar? Yo creo que tenemos a nuestro alcance luhar por unas relaciones más humanas, más abiertas, más fraternas. Esas relaciones brillarán en ese mundo de dificultades y pueden abrirse paso a través de él.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Lc 15, 1-10 Habrá más alegría por uno solo que se convierta que por noventa y nueve que no necesitan convertirse

En los evangelios Jesús nos presenta cómo es Dios, y en estos relatos nos deja muy claro que Dios se preocupa por los que no están, por los que se alejan de su lado, tanto que nos puede parecer que "pasa" de los que estamos a su lado. ¡Qué le pregunten si no al hermano mayor de la parábola del hijo pródigo! Así estamos invitados a ser en la Iglesia, pero me parece que resultamos muy fríos, poco acogedores. Hemos creado un sistema tan complejo que es muy dificil que un "alejado" se sienta contento de volver y participar. Tenemos un sistema de normas tan completo y redondo, y del cual nos sentimos tan orgullosos, al cual es muy complicado adecuarse si llegas de fuera o no estás cortado por un patrón muy concreto. Y nuestra posura es quejarnos de que la sociedad no encaja con nuestro modelo... En las parábolas los personajes salen en búsqueda de lo que estaba perdido, de lo que falta. Esta es la actitud que quiero cultivar para mi, estar en búsqueda de aquellos que quieran vida en abundancia.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Lc 14, 12-14 Cuando des un banquete, invita a pobres, porque no pueden pagarte

Jesús nos denuncia las actuaciones por interés. Lo hace con un ejemplo muy claro, invitaciones a personas que sabemos nos corresponderan a su vez con otra invitación. Tiene fácil correlación: favores cuando sabemos que serán devueltos, o se podrán solicitar "a cambio", buscar relaciones con personas que nos resultan agradables. Al principio, reflexionando con este evangelio, estaba mirando hacia afuera. He pasado unos días con la realidad de la Iglesia que gusta de mostrar a jóvenes guapos, sanos y saludables... ese regusto por la apariencia y por los números que siempre me suena mal... pero a la vez me tienta tanto. He de reconocerlo, he empezado mi reflexión mirando hacia afuera, por miedo de mirarme hacia dentro y de comprobar como yo también tengo ese gusto por juntarme con las personas agradables que lo hacen todo fácil y compensan mi esfuerzo, mi interés también por el aparentar y tener una apariencia magnífica que me haga salir en primera plana, por no plasmar opiniones incómodas y moverme en una balsa de complacencia. Sin embargo, observo que sigo haciendo esfuerzos por ofrecer mi trabajo allí donde simplemente hace falta, por personas que han quedado de lado y que a otros cuesta hasta aceptarlas como voluntarias (espero estar muy equivocado con este comentario que tanto dolor interno expresa). Desplazado de cualquier lugar grande y cómodo, de los que da calor y soporte. Sigo haciendo esos esfuerzos, a pesar de mi mismo, y espero que sea por mucho tiempo. ¡Ayúdame señor! ¡Aumenta mi fe!

lunes, 30 de julio de 2012

Mt 13, 31-35 Basta para que todo fermente

Escoger el camino del evangelio, preferir los valores que Jesús puso en marcha, va a ser siempre una opción pequeña, insignificante. Pero aunque parezca que va a pasar desapercibida, esas pequeñas opciones tienen una gran capacidad transformadora.
Esta bien que Jesús nos lo cuente, porque yo muchas veces me canso de ver que los esfuerzos que hago son como pequeñas gotas de agua, incluso sin ninguna valoración dentro de la propia iglesia, que muchas veces anda más preocupada por otro tipo de cosas. Así es el evangelio, con ninguna de las satisfacciones propias de este mundo. Y ahora, aunque a veces me apene, también me satisface, y me pregunto que pasaría si me sucediera lo contrario, reconocimiento y fama: ¿pensaría que algo he hecho mal?

domingo, 29 de julio de 2012

Jn 6, 1-15 ¿Con qué comerán todos estos?

Este relato del evangelio destaca aspectos esenciales e importantes que en ocasiones tengo olvidados. Nos muestra la misión de Jesús, de lo que él se encargaba: realizar signos con los enfermos, preocuparse de la gente, pensar cómo podían comer todos con lo que había. ¿Era responsabilidad de uno solo, o de unos pocos, tal y como le pregunta a Felipe? La respuesta la tenía un muchacho. A él no le preocupa lo imposible que pueda parecer y aporta para que como la multitud los panes y peces que tenía. Y todos quedan saciados. ¡Aquí es el muchacho el que consigue el milagro! ¡¡Y se trata de un gesto que todos podemos repetir!! Compartir lo que tenemos para el bien común. Hay pequeños gestos que comienzan revoluciones y todos tenemos uno de estos al alcance de la mano. ¿Cuál es el mío?

sábado, 28 de julio de 2012

Mt 13, 24-30 Dejádlos crecer juntos

Mi corazón como el de todo el mundo tiene buenos sentimientos, y también oscuridades. Soy capaz de hacer mucho bien, pero también daño. Crece el trigo, pero acompañado de cizaña. Ocurre en nuestro interior y por lo tanto en cualquier actividad que hagamos las personas, en cualquier grupo humano. La parábola del trigo y la cizaña, nos ayuda a evitar erigirnos en jueces de todo lo que es bueno y malo, por desgracia esto acaba siendo ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. El evangelio insiste mucho en el "no juzgar". Dejémos que crezca, cuidemos el trigo, pero no pequemos de exceso en querer hacer las cosas a nuestra manera, como si fuera la única buena. Al final lo bueno acaba distinguiéndose de lo malo.

viernes, 27 de julio de 2012

Mt 13, 18-23 El que escucha la Palabra y la entiende, dará fruto

En unas pocas frases tenemos un resumen de cuál puede ser nuestra actitud con respecto al evangelio: - Escuchar sin entender, sin saber de qué va (y cuidado porque podemos hacernos pasar por sabios sobre estos asuntos). No sirve para nada. - Escuchar y aceptar con alegría sin raíces, sin interiorizar. Ante cualquier dificultad todo se esfuma. - Escuchar, quizás entendiendo, pero prefiriendo el camino de vivir bien y acumular riquezas. Esto es escoger otra cosa. - Y el último caso, en el que se entiende la Palabra y se pone en práctica. Quizá nos cueste situarnos porque nos engañamos, o puede ser porque no siempre estamos en la misma postura, pero hay que estar alerta para no desviarse. ¿De verdad quiero aplicar el evangelio para dar fruto?

jueves, 26 de julio de 2012

Mt 13, 10-17 Se os ha concedido conocer los secretos

Las parábolas que utiliza Jesús tienen varios efectos. Presentan una realidad, la explican, pero con una ambigüedad que permite ampliarla cuando la aplicamos a nuestra vida. Ocurre que si intentamos explicarla como si fueran alegorías pierden fuerza, pero si queremos aplicarla a nuestra vida, entonces gana en profundidad. Creo que por eso Jesús decidió no impartir doctrina ni redactar un catecismo, se conformó con contar esos pequeños cuentos a los que si damos una oportunidad, cambiarán nuestra vida para siempre. ¡Que no me limite a las bonitas teorías y pueda ser parábola para los demás!

miércoles, 25 de julio de 2012

Mt 20, 20-28 El que quiera ser grande que sea vuestro servidor

El problema de todo grupo humano: el poder, se exprese como dinero, reconocimiento...
El Evangelio tiene que ayudarnos a cambiar las estructuras que convierten en injustas la sociedad, que estropean las relaciones.
He vivido muchas situaciones en las que el deseo de ser más, o de tener más, han estropeado algo o no han permitido que todo fuera mejor para todos: discusiones en parroquias, falta de compañerismo en el trabajo, preocuparme demasiado por mi propio interés en mi familia.
Sin embargo sé por experiencia que la recomendación de Jesús: El que quiera ser grande que sea vuestro servidor, tiene efecto de contagio y genera felicidad y buen rollo.
A ver si consigo aplicármelo sirmpre.

martes, 24 de julio de 2012

Mt 12, 46-50 El que cumple la voluntad de mi Padre, ese es mi hermano.

Creo que las relaciones familiares fuertes construyen una sociedad fuerte y una relación familiar sana hace crecer personas sanas. Sin embargo Jesús nos habla de un tipo de relación que puede ser mucho más fuerte y sana que los lazos de sangre.
La vivencia del evangelio puede crear un tipo de lazo, de comunidad, absolutamente único. Yo lo he vivido, y quisiera tenerlo aún más presente en mi vida. Sigo trabajando para que todos aquellos que quieran puedan disfrutarlo de forma totalmente gratuita junto conmigo. Y en la medida que me es posible unir el lazo familiar a la experiencia de comunidad cristiana... eso es tener delante el Reino de Dios.

lunes, 23 de julio de 2012

Mt 12,38-42 No se le dará más signo...

Creo que a todos nos gustaría experimentar un signo de Dios. Algo que fuera indiscutible y nos quitara de golpes dudas, nos dejara justificados ante los demás y con el Reino de Dios ya completamente organizado.
Bueno, debemos estar seguros de que esto no puede pasar, porque ya no sería Dios y nosotros ya no seríamos libres.
No es que no vayamos a experimentar signos de su presencia, si estamos atentos, constantemente, pero siempre nos va a dejar hueco a nuestra iniciativa, será necesario nuestro paso y posible nuestra retirada.
¿Estoy esperando algún signo? ¿Qué pasa que no estoy dando ya el paso?

jueves, 19 de julio de 2012

Mt 11,28-30 Venid a mi y encontraréis vuestro descanso

Jesús es bastante claro en afirmar que nuestra felicidad, tranquilidad, descanso... está en optar por el camino que nos propone, seguir al Dios Padre que nos muestra. Aprendiendo de él encontraremos la calma para nuestra vida y podremos ser refugio para otros.

miércoles, 18 de julio de 2012

Mt 11,25-27 Se las has revelado a la gente sencila

Cuando leo este evangelio me siento siempre parte de ese grupo de sencillos, de pequeños. No se si le pasa a todo el mundo o si es parte de ese grupo a los que Dios se les revela, pero lo cierto es que me parece un sentimiento genuino.
Si hay que elegir entre los entendidos de los que habla Jesús, tan sabios y tan por encima de todos y aquellos que estan vejados y abatidos, yo soy del segundo grupo.
En las cosas de Dios es cierto que muchas veces he soñado con el reconocimiento, pero sorprendentemente y a pesar de mis esfuerzos, el evangelio me ha dejado siempre a ras de suelo, probando el polvo, siempre en el equipo de los segundones.
Una suerte: así puedo escuchar este evangelio y saber que me queda mucho por aprender, y que por este camino Jesús me mostrará muchas más cosas del Padre. Y mientras tanto disfrutar de la alegría de los humildes.

martes, 17 de julio de 2012

Mt 11,20-24 Si se hubiera hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se hubiera convertido

Cuantas cosas suceden a nuestro alrededor que devería "convertirnos", mantenernos en nuestra esperanza.
Sin embargo son más las ocasiones en las que permanecemos "ciegos", incapaces de ver lo que tenemos delante nuestro.
¡Que pueda ver!
¡Que pueda entender!
¡Que pueda convertirme!

lunes, 11 de junio de 2012

Mt 5, 1-12 de ellos es el Reino de los Cielos

Seguro que quien se vea pobre dirá "ser pobre es una mierda" ¿de qué va el evangelio?
Pobre, sufrido, llorón, sufridor de injusticias, perseguido, calumniado... ¿quién va a querer ser así?

¿Quién quiere heredar el Reino solo comparable al mejor tesoro escondido que se pueda imaginar? ¿Quién quiere ser consolado? ¿Quién quiere quedar saciado de justicia? ¿Quién quiere verse envuelto en misericordia? ¿Quién quiere ver a Dios? ¿Quién quiere ser hijo de Dios?

¿No es apetecible esta recompensa? Yo la quiero...

Pues bien, eso no puede ser siguiendo mis caminos, los que surgen de mi egoismo, de cubrir necesidades que en realidad no existen. Solo se puede conseguir renunciando a uno mismo, siguiendo los caminos de Dios.

Lo bueno de encontrarse en el punto de sentir la injusticia, cualquier tipo de pobreza que es una mierda, es que desde ahí podemos dejar los sentimientos de aparentar, de querer, de tener, para despertar los de compadecerse, los de preocuparse, solo así podremos heredar el Reino.

jueves, 24 de mayo de 2012

Jn 17,20-26 Que sean uno, como nosotros somos uno

La preocupación de Jesús en este fragmento del evangelio es que todos los creyentes seamos uno, de una forma tal que se manifieste en esa unión el propio Dios.
Es una tarea muy complicada, y de mucha responsabilidad. Las consecuencias son reales, según nos comportamos los cristianos, sacarán conclusiones aquellos que no comparten nuestra fe.
¿Qué puedo hacer para propiciar y mejorar la unión entre los creyentes?

miércoles, 23 de mayo de 2012

Jn 17, 11b-19 Que sean uno como nosotros

Jesús pide por el conjunto de sus discípulos, y pide para nosotros:
  • que seamos uno, como él y el Padre
  • que tengamos toda su alegría de forma cumplida, toda con la que él ha vivido
  • que estemos resguardados del mal que hay a nuestro alrededor, no que vivamos ajenos a él, eso será imposible, pero sí que consigamos evitarlo
  • que vivamos dedicados a la verdad
Todo un programa que podemos vivir día a día, buscando la unidad con los demás y tratando de exprimir valores como la alegría o la verdad.
Podemos escoger una de las dos para el día de hoy (alegría y verdad) y buscar algún gesto concreto que la haga más visible a nuestro alrededor.

miércoles, 18 de abril de 2012

Jn 3, 5a.7b-15 El que bajó del cielo, el hijo del hombre

Vivir según el Espíritu, según lo que comenta este evangelio de Juan, es algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados las personas.
Sin embargo sí encaja con valores que podemos reconocer: tener la libertad del viento, que no sabe ni de dónde viene ni a dónde va.
También podemos entender que Jesús nos anime a escuchar y atender a quien se abaja, no a quien quiere situarse en el cielo.
Este evangelio nos habla desde cierta ambigüedad o abstracción que lo hace algo complicado de entender, pero que también nos permite preguntarnos sobre nuestras actitudes vitales.
Si quiero vivir según el espíritu tengo que hacerlo desde abajo, con los pies en el suelo.

sábado, 14 de abril de 2012

Mc 16, 9-15 Id al mundo entero

Encuentros con el Resucitado: MISIÓN

El primer día de la semana por la mañana resucitó Jesús y se apareció a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella fue a contárselo a los suyos, que estaban llorando y haciendo duelo. Ellos, al escuchar que estaba vivo y se le había aparecido, no le creyeron. Después se apareció con otro aspecto a dos de ellos que iban caminando por el campo. Ellos fueron a contárselo a los demás, pero tampoco a ellos les creyeron. Por último se apareció a los Once cuando estaban a la mesa. Les reprendió su incredulidad y obstinación por no haber creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad.

¡Qué complicado es dejar los caminos de la desesperanza y abrirse a la nueva visión de la resurrección que hasta Jesús tuvo que reprender a sus discípulos! 
Con muchas de las apariciones de Jesús Resucitado a sus discípulos, él recuerda la misión encomendada. Hoy quiero centrarme en ese aspecto: "id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad". Y esa proclamación tiene que ser al estilo de Jesús, como la hizo él, materializándola con sus gestos y su vida, aunque eso lleve a la cruz... ¡Vamos por todo el mundo!

viernes, 13 de abril de 2012

Jn 21, 1-14 Es el Señor

Encuentro con el Resucitado: CERCANÍA

Jesús se apareció de nuevo a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se apareció así: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos. Les dice Simón Pedro: "Voy a pescar". Le responden: "Vamos contigo". Salieron, pues, y montaron en la barca; pero aquella noche no pescaron nada. Ya de mañana Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no reconocieron que era Jesús. Les dice Jesús: "Muchachos, ¿tenéis algo de comer?" Ellos contestaron: "No". Les dijo: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis". La echaron y no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo predilecto de Jesús dice a Pedro: "Es el Señor". Al oír Pedro que era el Señor, se ciñó un blusón, pues no llevaba otra cosa, y se tiró al agua. Los demás discípulos se acercaron en el bote, arrastrando la red con los peces, pues no estaban lejos de la orilla, apenas doscientos codos. Cuando saltaron a tierra, ven unas brasas preparadas y encima pescado y pan. Les dice Jesús: "Ahora, traed algo de lo que habéis pescado". Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aunque eran tantos, la red no se rompió. Les dice Jesús: "VENID a almorzar". Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor. Jesús se ACERCÓ, tomó pan y se lo repartió e hizo lo mismo con el pescado. Ésta fue la tercera aparición de Jesús, ya resucitado, a sus discípulos.


Jesús había fracasado y muerto a la vista de todos, pero su resurrección no fue delante de todos. Además solo se apareció a sus discípulos... y con gran dificultad de ellos. Dios no nos va a "convencer" por el camino de los grandes gestor y milagros. Él va a preferir sentarse con nosotros junto al fuego a compartir una comida.

Es curioso comprobar como a los discípulos les pasaba lo mismo que nos puede pasar ahora, no tenían claro que Jesús pudiera haber resucitado, no le reconocían. ¿Cómo no va a ser difícil para nosotros ahora encontrarnos con Cristo Resucitado si los discípulos tenían que preguntárselo unos a otros en voz baja?

Jesús va a seguir acercándose a mi, va a pedir compartir conmigo lo más esencial y básico. ¿Cómo puedo disfrutar de esa presencia en mi día a día? ¿Tengo a alguien a mi lado que me pueda decir al oido "Es el Señor" avisándome para que no me pase desapercibido? ¿Estoy dispuesto a arriesgarme y tirar las redes por alguien que ha muerto como criminal en la cruz?

jueves, 12 de abril de 2012

Lc 24, 35-48 El Mesías tenía que padecer

Encuentro con el Resucitado: FRUTO

Contaban los discípulos lo que les había sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Estaban hablando de esto, cuando se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con vosotros". Espantados y temblando de miedo, pensaban que era un fantasma. Pero él les dijo: "¿Por qué estáis turbados? ¿Por qué se os ocurren tantas dudas? Mirad mis manos y mis pies, que soy el mismo. Tocad y ved, que un fantasma no tiene carne y hueso, como veis que yo tengo". Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Era tal el gozo y el asombro que no acababan de creer. Entonces les dijo: "¿Tenéis aquí algo de comer?" Le ofrecieron un trozo de pescado asado. Lo tomó y lo comió en su presencia. Después les dijo: "Esto es lo que os decía cuando todavía estaba con vosotros: que tenía que cumplirse en mí todo lo escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos". Entonces les abrió la inteligencia para que comprendieran la Escritura. Y añadió: "Así está escrito: que el Mesías tenía que padecer y resucitar de la muerte al tercer día; que en su nombre se predicaría penitencia y perdón de pecados a todas las naciones, empezando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de ello".

La lectura iniste en la relación entre el crucificado y el resucitado, no puede haber el uno sin el otro, Jesús se empeña en no despegarse de la realidad humana: heridas, carne, hueso, comida... No hay que caer en la tentación de "ensalzar" a aquel que desde el principio no lo pretende, es el resucitado, pero el camino es el de la humanidad y la cruz, el crucificado ha sido la semilla, la resurrección es el FRUTO. La presencia de Jesús es la de la paz y el gozo, frente al espanto y la turbación. Y son frutos destinados a todas las naciones.
Otra idea más del texto: la misión de Jesús no invalida todo el proceso de revelación de Dios, toda la Biblia nos vale para conocerlo más.

El efecto de nuestras palabras de los demás puede ser muy grande: "estaban hablando de esto cuando se presentó Jesús" ¿son mis palabras portadoras de paz y gozo?
¿He visto alguna vez en mis problemas, sufimientos, cruces... que sean fruto para una realidad mejor?
¿Cómo puedo mejorar en mi comprensión de la escritura?
¡Que la paz esté con nosotros!

miércoles, 11 de abril de 2012

Lc. 24, 13-35 ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba?

Encuentros con el Resucitado: ESPERANZA

Hoy la lectura es larga:

Aquel mismo día, dos de los discípulos iban a una aldea llamada Emaús, distante a unas dos leguas de Jerusalén. Iban comentando todo lo sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona los alcanzó y se puso a caminar con ellos. Pero ellos tenían los ojos incapacitados para reconocerlo. Él les preguntó: "¿De qué vais conversando por el camino?" Ellos se detuvieron con semblante afligido, y uno de ellos, llamado Cleofás, le dijo: "¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que desconoce lo que ha sucedido allí estos días?" Jesús preguntó: "¿Qué cosa?" Le contestaron: "Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. Los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. ¡Nosotros ESPERÁBAMOS que él fuera el liberador de Israel!, pero ya hace tres días que sucedió todo esto. Es verdad que unas mujeres de nuestro grupo nos han alarmado; ellas fueron de madrugada al sepulcro, y al no encontrar el cadáver, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles asegurándoles que él está vivo. También algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como habían contado las mujeres; pero a él no lo vieron." Jesús les dijo: "¡Qué necios y lentos para creer cuanto dijeron los profetas! ¿No tenía que padecer eso el Mesías para entrar en su gloria?" Y comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que en toda la Escritura se refería a él. Se acercaban a la aldea adonde se dirigían, y él fingió seguir adelante. Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, que se hace tarde y el día va de caída." Entró para quedarse con ellos; y, mientras estaba con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Se dijeron uno al otro: "¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba la Escritura?" Al punto se levantaron, volvieron a Jerusalén y encontraron a los Once con los demás compañeros, que decían: "Realmente ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón". Ellos por su parte contaron lo que les había sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Estos dos discípulos abandonan la comunidad, esperaban algo que no ha sucedido, habían perdido la ESPERANZA y eso que llevaban ya una lista de avisos "positivos": unas mujeres, algunos de los suyos...
En medio de la desesperanza Jesús sale a su encuentro, reaviva lo que parecía una hoguera apagada. El resultado es que la esperanza recuperada quema por dentro y urge a ponerse en camino.
Sé que puedo perder la esperanza a pesar de que haya signos positivos a mi alrededor, pero también sé y he podido comprobar que Jesús está esperando a hacerse presente. Aquí se insiste en dos "lugares", la Palabra y la Mesa compartida. La Pascua es una nueva oportunidad de encontrarme con Jesús resucitado, mover mi corazón para reanimar lo que quizá este algo apagado. ¿He perdido la ilusión y la esperanza por la construcción del Reino de Dios? ¿Mantengo la ilusión que tuve? ¿He experimentado momentos en los que ha resurgido la llama de mi interior? ¿Qué puedo hacer para propiciarlos? ¡Qué ardan nuestros corazones!

martes, 10 de abril de 2012

Jn 20, 11-18 He visto al Señor y ha dicho esto

Encuentros con el Resucitado: RECONOCIMIENTO

María estaba frente al sepulcro, afuera, llorando. Llorosa se inclinó hacia el sepulcro y ve dos ángeles vestidos de blanco, sentados: uno a la cabecera y otro a los pies de donde había estado el cadáver de Jesús. Le dicen: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi señor y no sé dónde lo han puesto". Al decir esto, se dio media vuelta y ve a Jesús de pie; pero no lo RECONOCIÓ. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?" Ella, tomándolo por el hortelano, le dice: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo". Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice en hebreo: "Rabbuni" (que significa maestro). Le dice Jesús: "Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios". María Magdalena fue a anunciar a los discípulos: "He visto al Señor y me ha dicho esto".

¿A qué Jesús busco? ¿Al muerto y enterrado?,  ¿sin vida y estático durante los últimos dos mil años...? a este no lo voy a encontrar, solo conseguiré hacer un retrato frío y triste. Si por el contrario estoy dispuesto a RECONOCER al Jesús resucitado: vivo en nuestros grupos, en nuestros compañeros, nuevo en cada circunstancia, capaz de iluminar rincones de nuestra vida... esa será una experiencia muy reconfortante.
La presencia de Jesús ya no puede ser física, no puedo quedarme agarrado a él, se impone salir, compartirlo...¡Abramos nuestro corazón para reconocerlo a nuestro lado!

lunes, 9 de abril de 2012

Mt 28, 8-15 Jesús les salió al encuentro y les dijo ALEGRAOS


Encuentros con el Resucitado: ALEGRÍA

Las mujeres se alejaron aprisa del sepulcro, llenas de miedo y gozo, y corrieron a dar la noticia a los discípulos. Jesús les salió al encuentro y les dijo: "¡ALEGRAOS!" Ellas se acercaron, se abrazaron a sus pies y se postraron ante él. Jesús les dijo: "No tengáis miedo; id a avisar a mis hermanos que vayan a Galilea, donde me verán". Mientras ellas caminaban, algunos de la guardia fueron a la ciudad y contaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Éstos se reunieron a deliberar con los senadores y ofrecieron a los soldados una buena suma encargándoles: "Decid que de noche, mientras vosotros dormíais, llegaron los discípulos y robaron el cadáver. Si llega la noticia a oídos del gobernador, nosotros lo tranquilizaremos para que no os castigue". Ellos aceptaron el dinero y siguieron las instrucciones recibidas. Así se difundió ese cuento entre los judíos hasta hoy.

Las mujeres salen aprisa "llenas de miedo y gozo", Jesús "sale a su encuentro", toma la iniciativa y les saluda con una primera palabra clave "ALEGRAOS".
Mi vida tiene miedos y gozos, es imposible evitar que haya de ambas, pero yo quiero tener la alegría dentro de mis propósitos principales. Estos días comentaba gente en el grupo que celebramos la Pascua, que es posible buscar la fórmula que ayude a estar alegre... yo lo quiero para mi. Además mi fe me da razones para ello.
En la lectura nos contrasta esa prisa por llevar la alegría a otros con la mentira y la manipulación, parece más sencillo alegrarse que vivir con complicados planes y algo que esconder.
Voy a proponerme buscarme algo sencillo que me alegre y algo sencillo que alegre a gente que tengo a mi alrededor.  ¡Alegrémosnos!

domingo, 8 de abril de 2012

Jn 20, 1-9. Vió y creyó. Hasta entonces no habían entendido las escrituras

Encuentros con el Resucitado: ENTENDIMIENTO

El primer día de la semana, muy temprano, todavía a oscuras, va María Magdalena al sepulcro y observa que la piedra está retirada del sepulcro. Entonces corre adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, el predilecto de Jesús, y les dice: ---Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Salió Pedro con el otro discípulo y se dirigieron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Inclinándose vio los lienzos en el suelo, pero no entró. Después llegó Simón Pedro, detrás de él y entró en el sepulcro. Observó los lienzos en el suelo y el sudario que le había envuelto la cabeza no en el suelo con los lienzos, sino enrollado en lugar aparte. Entonces entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Hasta entonces no habían ENTENDIDO las Escrituras, que había de resucitar de la muerte.

La resurrección de Jesús puede provocar un primer momento de desconcierto, si sigo aferrado a su muerte solo puedo preguntarme ¿qué ha pasado aquí?
Pero si indago dentro de mi, encuentro que hay algo que merece ser investigado, algo que está pendiente de cuadrar, y que está en mis manos comprobar para poder ENTENDER. Juan y Pedro salieron CORRIENDO, y al llegar, solo ver el sepulcro vacío les hizo creer en todo aquello que habían vivido con Jesús. Todo aquello que habían experiementado no podía morir. ¡Todo aquello que he experimentado no puede morir! Parte irá dando fruto en mi poco a poco, pero quizá sea necesario que ponga en marcha alguna cosa de forma rápida, quizá tengo que cambiar algo en mi a la carrera, alguna inercia. ¡Pongámonos ya en marcha!

martes, 6 de marzo de 2012

Mt 23,1-12 Uno solo es vuestro Señor

Hay muchas cosas buenas que pueden distorsionarse y poner a nuestro propio servicio en lugar de al de los demás. Quizá no sea sencillo hoy en día olvidarnos de apariencias, de quedar bien o de estar los primeros... pero es necesario si queremos ser partícipes de una nueva sociedad, de una nueva forma de vivir que nos haga más felices.
Jesús hace una denuncia de los dirigentes religiosos de su tiempo. Esa denuncia es válida hoy en día para la religión, las empresas donde trabajamos, las asociaciones, la política... como a todos nos afecta, todos podemos revisarnos y quizá sacar algo en claro esta cuaresma.

lunes, 5 de marzo de 2012

Lc 6,36-38 Sed compasivos

Compasivos, no juzgar, no condenar, dar... como el mismo Dios. Tratar a los demás de forma abierta y con generosidad, es la forma de llevar el Reino de Dios, de hacer presente el evangelio.
¿Cuánto podemos transformar nuestra realidad aplicándolo cada día con alguien de nuestro alrededor?

jueves, 1 de marzo de 2012

Mt 7,7-12 Llamad y se os abrirá

El Dios en quien yo creo no se puede atener a mis chantajes o intercambios del estilo "haré esto a cambio de esto otro", no puede limitar nuestra libertad modificando nuestra realidad. Sin embargo sí creo en el poder de la oración, que me transforma por dentro para después cambiar todo lo que está a mi alrededor.

lunes, 27 de febrero de 2012

Mt 25,31-46 Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, conmigo lo hicisteis

Lo que Dios nos pide, el amar a Dios que nos enseñan, es amar a todos, especialmente a los que menos tienen.
En eso se basaría un juicio, en qué hemos hecho por los demás, cuánto hemos amado, sin más complicaciones, ni historias.

domingo, 26 de febrero de 2012

Mc 1,12-15 Está cerca el Reino de Dios

Jesús vive guiado por el Espíritu, esa guía le lleva al desierto, donde las cosas  son mas complicadas pero desde donde se pueden ver los problemas de nuestra forma de vida: poder, prestigio, riquezas... comodidades y superficialidades que nos tientan y nos hacen desviarnos de lo que Dios quiere. Si conseguimos descubrir esas tentaciones en nuestra vida, si las dejamos a un lado, podremos descubrir que esta muy cerca el reino de Dios, si lo queremos, ya puede ser, y eso es algo que tenemos que anunciar a todos los demás.
- Como todos los primeros domingos de cuaresma podemos preguntarnos cuáles son mis tentaciones, qué es lo que puede separarme del camino que quiero elegir.
- ¿En qué consiste vivir quiado por el Espíritu, qué puedo hacer para propiciarlo?

jueves, 23 de febrero de 2012

Lc 9,22-25 El que pierda su vida por mi causa, la salvará

La construcción del Reino que comienza Jesús exige que nos pongamos al servicio, en último lugar, que perdamos nuestra vida, porque esa será la forma en que de verdad la disfrutemos.
Para Jesús era evidente que la opción del servicio y de la verdad le iba a llevar a enfrentamientos, lo mismo puede ocurrirnos a nosotros.

Mt 6, 1-6.16-18 Tu Padre que ve en lo secreto, te lo pagará

Siempre queremos enlazar la idea de Dios con cosas grandiosas. Hasta los adjetivos del credo los son: "todopoderoso".
Sin embargo nuestros Dios es el está en lo secreto, en lo escondido, en lo débil; un tesoro en jarras de barro.
¿Cómo podemos romper esa tendencia de buscar los toques de trompeta, ser honrados? Las cosas de Dios, desde luego, no son para eso. El resto, tampoco.

lunes, 13 de febrero de 2012

Mc 8, 11-13 No se le dará un signo a esta generación

Puede serque en ocasiones estemos actuando como los fariseos que pedian a Jesús un signo del cielo: esperando que suceda algo externo que nos convenza del todo o que nos mueva actuar. La fuerza necesaria, la capacidad de generar esperanza la llevamos ya dentro, además, una vez la pongamos en marcha comenzaremos a ver que sí hay muchos signos a nuestro alrededor.

lunes, 9 de enero de 2012

Mc 1, 14-20 Venid conmigo

Para un día en el que afrontamos una vuelta a la rutina, tenemos un evangelio que nos invita a comenzar porque ha llegado la hora, a transformar nuestro presente en una realidad al servicio de los demás.