domingo, 19 de abril de 2020

Jn 20, 19-31. Dichosos los que crean sin haber visto

En el Evangelio, Tomás se encuentra con las heridas y llagas de Jesús, y esas señales de dolor y sufrimiento le permiten ser mejor persona, encontrase de verdad con el Señor.

En estos momentos de pandemia y confinamiento en los que vemos alrededor tanto sufrimiento y dificultad, me surgen dudas de cuál será nuestra actitud cuando esta situación termine, si habremos aprendido, si habrá ganado en nosotros la humanidad o el egoismo.

Espero que, como Tomás, ante las muestras del sufrimiento y la muerte, sepamos encontrar el camino hacia Dios, y salgamos de esta situación como hombres y mujeres nuevos.

viernes, 14 de marzo de 2014

Mt 5,20-26: Vete primero a reconciliarte con tu hermano

A menudo asociados a Dios palabras como adoración o alabanza, pero la imagen que nos presentan los evangelios es la de un dios deseoso de que pongamos la buena relación con los demás por delante de todos.
Yo quiero tener en cuenta a los demás y ponerlos por delante, pero en los momentos de nerviosismo o tensión (y la vida actual tiene muchos) es fácil enfadarse o encerrarse en uno mismo.
¡Que eso no suceda! Que tenga en cuenta lo que Dios quiere de mi.

jueves, 13 de marzo de 2014

Mt 7,7-12 Buscad y encontraréis

Con esta lectura me siento motivado a no pararme, a mantenerme alerta, en marcha, en búsqueda.
Sobretodo en lo personal y en lo espiritual.
Mi experiencia es que partiendo de una situación estática, hace falta mucho esfuerzo para arrancar, pero una vez lo hacemos ya no cuesta tanto, y con esto me refiero a la oración personal, a estar más atento a los demás, a cuidarnos más, a no dejar nuestras cosas pendientes para otro día...

lunes, 21 de octubre de 2013

Lc 12,13-21 Nuestra vida no depende de nuestros bienes

Muchos, casi todos, los conflictos entre las personas surgen por la codicia, por la discusión sobre bienes materiales, los recursos escasos.
La respuesta de Jesús pasa por distinguir qué a lo importante para la vida. ¿Cuánto de lo qué tenemos y queremos es necesario y nos aporta algo de verdad?
Si perdemos de vista el deseo de transcendencia, la necesidad de Dios, acabaremos atado a lo material, e inevitablemente en conflicto con nuestros hermanos.
Señor, dame capacidad para mantener mi mirada hacia ti.

jueves, 21 de febrero de 2013

Mt 7, 7-12 Buscad y encontrareis, llamad y se os abrirá

Jesús nos insiste en que nos relacionemos con Dios Padre, nos insiste en la oración.
Nos alienta a que no dejemos de pedirle aquello que necesitamos.
Yo estoy convencido que el principal don de Dios después de la vida es la libertad, y por esa libertad no va a irrumpir alterando el orden de los acontecimientos y nuestra vida.
Pero la relación con Dios por medio de la oración es real.
¿Cómo pueden darse entonces las dos cosas? Porque cualquier oración, la de petición, la de gracias, la de simplemente estar en su presencia, en quien tiene efecto no es en Dios, es en mi, me va acercando más a él.
La oración me ayuda a ver las cosas de forma diferente, abre mis ojos a las realiadades que tengo alrededo y antes no había descubierto, abre mi corazón a los demás de forma que cambian mis sentimientos.
Y al final, los acontenimientos se producen, y nos los encontramos, aunque sea por casualidad ;)

miércoles, 20 de febrero de 2013

Lc 11, 29-32 Pide un signo, pero no se le dará

Jesús carga fuerte contra el que no le vale sus acciones, su obra. Contra el que a pesar de lo que está viendo le pone en duda y le pide más pruebas.
Que Jesús encontró mucha oposición lo sabemos, pero así es el evangelio, es acogido por quien lo necesita y despierta sospechas en quien está establecido.
Si Jesús tuvo que luchar contra una religión que usaba el nombre de Dios, para establecer un círculo de poder, de influencia, me pregunto si eso no nos está ocurriendo en nuestras iglesias, si nos hemos contruido un pequeño corral que ya no invita, que ya no se preocupa.
Quiero centrarme en lo importante, ayúdame Señor.

martes, 19 de febrero de 2013

Mt 6, 7-15 Cuando recéis no uséis muchas palabras

Para mi la experiencia de Dios va acompañada de la necesidad de situarme junto a él, en lo "secreto", ponerme en sus manos. Porque me reconozco necesitado y confío en él.
Quiero estar en su presencia y dejar que me abrace. Es mi padre y quiero que me sujete durante el día de hoy.

Jesús nos invita a dirigirnos a Dios no con muchas palabras, sino situándonos ante el como hijos, queriendo formar parte de su reino, colaboradores de su voluntad, pidiéndole por nuestras necesidades mínimas, no queremos más, y sabiendo que una de las armas importantes es perdonar y saberse perdonado.