miércoles, 17 de agosto de 2011

Mt 22, 1-14 A todos los que encontréis, invitadlos a la boda

Dios nos invita a un banquete, en la lectura, los invitados prefería ocuparse de sus pertenencias, negocios, o, simplemente la violencia antes de acudir a una fiesta. Esto puede parecer extraño, pero si pensamos en todo lo que ponemos por delante de Dios, o lo que hacemos en nuestra vida cotidiana que nos aleja de él, quizá advirtamos que la situación no es diferente.
La fiesta es para todos, quizás eso sea lo que no podamos aguantar, no ser tan especiales...
Y si hemos decidido aceptar la invitación para el Reino que sepamos que tenemos que poner de nuestra parte, no vale con no hacer nada.

martes, 16 de agosto de 2011

Mt 18,1-5.10.12-14 El que se haga pequeño es el más grande en el Reino

Del martes 9 de agosto:
La preguntas de los discípulos van muy despistadas, no entienden que el proyecto de Reino de Jesús rompe com los esquemas de "más importante", "más grande", "primero"... todo esto ya no nos vale como referencia. Ahora hay que hacerse como el que menos cuenta.
Lo mismo puede estar ocurriéndome a mi ahora. Puedo distinguir en el pasado momentos en que me ha pasado, pero verlo en el momento requiere mucha atención, y también cuidado para no caer en una falsa modestia.

Mt 19,23-30 Para los hombres es imposible, pero Dios lo puede todo

Si hay algo que el evangelio deja claro respecto a cuestiones actuales es la icompatibilidad entre Reino de Dios y riqueza. Nos preocupamos mucho en buscar respuestas a los problemas de hoy en día, pero mira que en este punto es claro y es fácil aplicárnoslo... aunque el resultado es complicado, porque hay que ver la sobreabundancia y riqueza que disponemos.
Resulta, además, curiosa la relación que hacen los discípulos entre riqueza y posibilidad de salvarse, otra barrera mental a romper: en realidad es Dios quien lo puede todo, por nosotros mismos no lo conseguiremos.
No podemos estar atados a riquezas materiales el evangelio es mirar y avanzar sin ataduras.

Lc 1,39-56 Enaltece a los humildes

El canto de María nos recuerda que Dios no va a atender a los órdenes que organizamos los seres humanos.
Si queremos vivir el reino de Dios olvidémos de poderes y saciedades, que no tienen nada que ver con él.
¿Podré realmente vivir así? ¿Seré capaz de encontrar ese camino?

domingo, 14 de agosto de 2011

Mt 18,15-20 Allí estoy yo en medio de ellos

Del miércoles 10 de agosto:
Quizá una de las tareas más complicadas en las relaciones es afrontar las ofensas y conseguir superarlas sin deteriorar la comunión.
Jesús nos habla de ello en varias ocasiones, la ofensa se soluciona con el perdón entre los ofendidos, en primer lugar entre ellos, y si no con ayuda externa, pero tiene que llegarse a una reconciliación de verdad, porque si no, ese problema quedará desatado.
Si pedimos ayuda al mismo Dios, si contamos con Jesús para resolver esa ofensa podríamos, seguro, arreglarlo.

Mt 15,21-28 Señor, socórreme

¿Estamos en esta lectura ante Jesús cambiando el objetivo de su misión? ¿Pasando de ser para unos pocos a ser para todos? Si esto fuera así, sin duda el cambio sería debido a ver el sufrimiento de los demás y reaccionar ante él, ante la realidad de que la fe en Dios puede darse sin necesidad de las estructuras que otros podemos dar por supuestas.

Mt 19,13-15 De los que son como niños es el Reino de los Cielos

Jesús siempre está con los que no cuentan, en el caso de este relato con los niños. Es más, el Reino de Dios es de aquellos que están al final de la sociedad, de aquellos que cuentan como un niño... ¿quién hace caso de lo que puede contarle un niño?
"no ocupar los primeros puestos", "lo has revelado a los sencillos"... Junto al de hoy, es un conjunto bastante significativo, si intentamos mantener y ocupar un buen lugar en una estructura de ser más que otros, estaremos muy lejos de participar del Reino de Dios.

viernes, 12 de agosto de 2011

Mt 18,21-19,1 ¿Cuántas veces tengo que perdonar?

Del jueves 11 de agosto:
Ni podemos ir midiendo y racionando el amor que damos, ni podemos ir gestionando cuánto perdonamos, porque ni sería amor, ni sería perdón.
La actitud de  perdonar siempre es necesaria, porque tendemos a exagerar las ofensas que recibimos y no percibimos de la misma forma la que hacemos, lo que puede llevarnos a un círculo muy negativo.

Mt 19,3-12 Serán los dos una sola carne

Dios nos ha creado hombre y mujer, lo que significa que somos diferentes, estamos separados en dos sexos, pero esas diferencias que puede haber no implican que no seamos iguales en derechos y obligaciones. Jesús, sin ninguna duda, nos considera iguales, y está decidido a eliminar cualquier ley que sea discriminatoria.
Todo esto me sugiere por un lado, en lo mal que hacemos en basar en palabras y obras fe Jesús una diferenciación en las obligaciones de hombres y mujeres hoy, está completamente fuera de lugar.
Por otra parte, me da por pensar en el mensaje que Dios puede querer darnos en el hecho de estar la humanidad "sexuada" ¿es quizá la búsqueda y el ansia de unión con el otro sexo que nos lleva a dar pasos adelante dejando la que era nuestra casa? ¿es el amor que puede surgir en una pareja? ¿qué puede aportarme mi relación de pareja para conocer mejor a Dios?