sábado, 1 de enero de 2011

Lc 2, 16-21 Conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón

Este texto lo tengo irremediablemente unido a un libro que leí (no recuerdo cual) en el que se le citaba asociado a un tema: leemos el evangelio asociándolo más a la idea preconcebida que a lo que dicen las palabras.
Y esta cita es un ejemplo perfecto, lo solemos llamar "adoración de los pastores", pero cuenta otra cosa.
Si me pongo en el papel de los pastores, observo como son unos auténticos anunciadores de buena noticias, explican lo que han visto, dan gloria a Dios... desde el escalón más bajo de la sociedad son los primeros en llevar el Reino de Dios.
Si me pongo en el papel de María (hoy es su fiesta, el de María madre de Dios), leo como acepta el anuncio que le hacen los pastores y como ella lo guarda todo meditándolo.
Me parece maravilloso, me gustaría ser capaz de observar, escuchar y que todo ello fuera dando frutos en mi corazón... ¡qué otro propósito puede ser mejor para el año nuevo!

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