lunes, 24 de enero de 2011

Mc 3,22-30 Una familia dividida no puede subsistir

Jesús despertaba mucha oposición entre los líderes religiosos.
En ests cita del Evangelio le acusan de obrar con el poder de los demonios.
Pero él vive guiado por el Espíritu Santo. A quienes les acusa les pone delante de sus obras.
Unas buenas obras no pueden estar originadas por un deseo de hacer el mal.
Si dejamos que el Espíritu nos guíe podemos hacer que nuestra vida sea una bendición para los demás.
El poder no suele entender esto, parece decirnos el evangelio, pero eso no debe preocuparnos.
La frase sobre la familia dividida me hace pensar en la iglesia. Y es que los cristianos destacamos más por nuestra división que por nuestra unidad.
Para mi es una gran dificultad.

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